jueves, 6 de noviembre de 2008

El Inti Raymi o Fiesta del Sol



Por: Felipe Farfán (texto basado en una entrevista al Doctor Luis Barreda Murillo)

Una de las principales fiestas del pueblo inca fue el Inti Raymi, o Fiesta del Sol, en la cual se rendía culto al Apu Punchao Inca o Sol de los incas. Junio, es un mes importante en el mundo andino, se celebra al dios principal, el sol, su festividad coincide exactamente con la fiesta de la cosecha. Piden –los hombres andinos- que el sol regrese, que trate de volver porque lo sienten muy lejos, hay heladas, hay frío. Por lo tanto es una festividad vinculada a los Apus, al culto del Sol.

De ello podemos deducir que el Inti Raymi es la fiesta más importante dentro de todas aquellas incluidas en el calendario agrícola andino,aunque en el Cusco se celebraba la ceremonia principal. Según Barreda Murillo(1): “El Inti Raymi no solamente se celebraba aquí en Cusco, sino, en todos los territorios donde los incas tenían poder y mando. Por eso hemos encontrado templos al sol, plataformas o usnos, en todos los sitios, como el gran usno de Huanucupampa”.

Con la llegada de los conquistadores y su religión se prohibió la realización de todas las manifestaciones religiosas andinas, no obstante su escencia, características y modo de realización quedaron en la memoria colectiva de los descendientes incas.

La labor prolífica de los intelectuales cusqueños de principios del siglo XX contribuyó al desarrollo del conocimiento del Cusco en todos los ámbitos de las ciencias: naturales y sociales.

Como antecedente, debemos recordar a Un grupo de profesores y dirigentes anónimos de Cusco que organizaron la primera escenificación de un acto teatral al aire libre llamado "DEFENSA Y TOMA DE LA FORTALEZA DE SAQSAYWAMAN"; la escenificación tuvo a los invasores españoles y a los indios, como protagonistas, siendo los personajes centrales el Inca y Cahuide. (Personaje mítico), representado por el indio de Paruro Serapio Carrillo. Mas de Cien indios participaron en la defensa de Saqsaywaman; Perdida la batalla Cahuide se arrojó de una parte alta de las Murallas.

El Inca y su comitiva representados por artistas cusqueños, se presentaron con trajes confeccionados por algún miembro del grupo.

La Revista Mundial, editada en Lima dio cuenta de todos los actos del programa de recepción a los visitantes que llegaron al Cuzco, en un número extraordinario en diciembre de 1928. el Presidente Augusto B. Leguía, que no pudo venir fue representado por sus dos señoritas hijas.

Este programa de recepción, también contó con la presentación de danzas ejecutadas por los campesinos de Urubamba, como la danza de los Siqllas, Canchi de Sicuani y Mistiza Coya de Paucartambo. Al finalizar, la concurrencia premió con aplausos las actuaciónes y la organización del programa.

El doctor Humberto Vidal Unda, nacido en 1906 y a sus 22 años es posible que haya estado presente en Saqsaywaman como espectador; el espectáculo lo habría impresionado, inspirado y motivado suficientemente para que años más tarde, su proyecto de escenificación del Inti Raymi sea considerado por el Instituto Americano de Arte, que de inmediato lo aprobó, en vista que muchos de los socios del Instituto de aquella época pertenecían a su generación.

En 1944, se concretó el proyecto de Humberto Vidal Unda, la escenificación del primer Inti Raymi; la elaboración del guión estuvo a cargo del mismo doctor Vidal, de Rafael Aguilar, Josafat Roel y Faustino Espinosa Navarro,que además representó al inca los primeros 14 años. Debemos apuntar que la escenificación de la Fiesta del Sol solo fue interrumpida en dos ocasiones: la primera en 1950 a causa del duelo ocasionado por el terremoto de ese año en Cusco y 20 años después por la misma circunstancia esta vez en Yungay.

Los datos recogidos por: Cieza de León, Cristóbal de Molina (el Cuzqueño), José de Acosta, Martín De Murúa, Guaman Poma de Ayala, Juan De Betanzos y el Inca Garcilaso de la Vega proporcionan información que permite intentar la reconstrucción de cómo fue esta fiesta; se toma en cuenta también hechos que viven en la mente de los campesinos, y se observan en los rituales que durante el año practican, en ceremonias dedicadas a sus dioses tutelares. Se incluyen además los datos científicos que nos alcanza la arqueología y otras ciencias afines.

Dice Juan de Betanzos en el capítulo XI, de su crónica Suma y Narración de los Incas; en la página 246 que el Inca Yupanqui propuso a los suyos y a los señores del Cusco edificar la Casa del Sol. Luego de la construcción, el Inca Yupanqui mandó que viniesen allí los plateros que en la ciudad había, les mandó que hiciesen un niño de oro macizo, de tamaño y contextura de un año de edad. Representaba al dios Sol con todos los privilegios. Era posiblemente vestido con los tejidos más finos. Esto se documenta con los hallazgos del cerro el plomo en Chile y otras cumbres donde se han encontrado tumbas con ofrendas al Dios Sol. El bulto se tardó en hacer un mes, en cuyo tiempo hubo grandes sacrificios y ayuno.
Esta escultura estaría presente en todas las ceremonias importantes.

Luego de tener la imagen del Sol, tuvieron que hacer de la Luna, considerada esposa y ubicarlos en los recintos del Qoricancha. Terminadas estas tareas Inca Yupanqui ordenó a los sacerdotes la adoración, la difusión del Culto y la construcción de templos por todos los confines del Tawantinsuyo.

Esto significaba señalar un mes para sus celebraciones, y se escogió el " sétimo mes que responde a junio, se llamaba aucaycusqui Intiraymi ; en él sacrificaban cien llamas; decían que esta era la fiesta del Sol..."según las frases de Acosta. "Hase de advertir que esta fiesta, cae cuasi al mismo tiempo que el Corpus Christi"

En todos los centros arquitectónicos importantes construidos por los incas, nunca podía faltar el templo destinado al culto del dios Sol; edificios de piedra bien pulida como en elQorikancha del Cuzco donde se tiene desde el muro de circunvalación hasta los recintos interiores con un fino acabado de cantería empleando la roca andecita de mejor calidad.

En el templo se encontraban los metales y tejidos que los indios ofrendaban a sus dioses, Principalmente al dios Sol. Luego de los arreglos necesarios los recintos y el patio quedaban listos para la celebración, y cuando el Inca y su comitiva ingresaban al Qoricancha se realizaba el saludo con el brindis de la Chicha especialmente preparada para esta festividad; se utilizaban dos vasos o Queros. Con uno se brindaba, a la tierra y los dioses y el otro a los concurrentes a la ceremonia, costumbre que se mantiene en la actualidad entre los campesinos.

El Bulto del Sol o escultura de oro habría tenido su lugar preferencial dentro del edificio, pero no se tiene documentación, porque se recoge datos que fue retirada antes que los españoles ingresaran al Qorikancha y puesta a salvo en algún lejano lugar. A este dios estaban destinados los sacrificios de llamas y las ofrendas. Algunos cronistas mencionan que eran decenas de llamas las sacrificadas. En el Inti Raymi de Cuzco, actualmente se hace un simulacro de ofrenda de una llama. según los testimonios de Guaman Poma de Ayala, se muestra un dibujo que indica la manera cómo los sacerdotes incas extraían las vísceras de estos animales, abrían el cuerpo por un costado (Chillanmanta), introducían la mano y arrancaban el corazón palpitante, luego los pulmones que eran inflados, para luego, a través de las manchas de sangre el sacerdote hiciera sus pronósticos para el Inca y el Tawantinsuyo. Rituales similares hacen los campesinos, hoy.

Otro acto de la celebración del Inti Raymi era la ceremonia del fuego nuevo. Consistía en cumplir la orden del Inca de apagar el fuego en todos los fogones del Cuzco y alrededores con el propósito de encender uno nuevo, obtenido a través de una chipana o espejo cóncavo de oro y con la superficie muy brillante, que permitía concentrar los rayos del Sol y luego al reflejarlos sobre un poco de lana de camélido, encendía una lumbre, que era repartida desde una fogata, instalada a un costado del Usno, en la plaza de Haukaypata; de allí llevaban el fuego a todos los fogones. En la escenificación del Inti Raymi de Cuzco, se hace el simulacro de encender el fuego, se traslada a una cantidad de paja amontonada que se enciende. De allí se reparte por los cuatro suyos.

El personal que participa en esta escenificación consta de un agrupamiento de 90 soldados del cuartel del ejército peruano, que representan a los guerreros del inca; con trajes, algo parecidos a los que el cronista Guaman Poma los dibuja; cada uno lleva un escudo de cartón pintado y en la otra mano un arma, un palo con una estrella de madera. Completan la vestimenta sandalias de jebe y casco que es una especie de gorro.
Un contra sentido total, porque en las ceremonias incas no participaban los ejércitos. Ningún documento del siglo XVI lo certifica.

en documentos tampoco se dice que participaban de la comitiva del Inti Raymi, 25 parejas de mujeres que representan a las ajllas, disfrazadas con vestidos a la rodilla, pero los vestidos eran hasta los tobillos, teniendo para ello a los gráficos de Guaman Poma y dibujos que se representan en la cerámica Inca.

Para enriquecer la escenificación se introdujo el anda para el Inca, de igual manera para la esposa o coya, que dígase de paso no participaba en este tipo de ceremonias, en las que sólo participaban hombres.

Obligatoriamente, participaban los Wirapiricuq, que sacaban de las entrañas del animal sacrificado las vísceras; el Kallpa Rikuq, pastor de las llamas destinadas a los sacrificios; Tarpuntay el sacerdote encargado de cortar con su Tumi o cuchillo sagrado la `parte del cuerpo de la llama sacrificada; el Willaq Uma, supremo sacerdote que se encargaba de hacer los vaticinios en las vísceras de las llamas. Y comunicarle al Inca las buenas o malas noticias.

La entrada del Inca a la plaza del Haukaypata o a la Explanada de Saqsaywaman estuvo siempre presedida por un grupo de ajllas que rociaban flores y acompañadas por los Pichaq, hombres que se encargaban de espantar con escobas de paja a los malos espíritus que podrían haber en el camino. El inca en todas sus participaciones al aire libre, se muestra en los documentos que siempre era acompañado por su kumillo, o jorobado enano que portaba la Achiwa, especie de paraguas o sombrilla hecha de plumas de colores.

El Inty Raymi, se celebraba durante varios días, algunos el Inca, sus sacerdotes y nobles esperaban la salida del sol en el Qoricancha y otros encima del Usno de la Plaza de Haucaypata.

El inca antes de subir al Usno caminaba por alfombras de flores y tejidos de fino acabado. Los sacerdotes y personajes participantes entonan canciones, y los músicos ejecutan melodías para saludar al inca y al sol.

En cuanto al Unku o camiseta del Inca, sí se ha encontrado en museos ejemplares que sirven de modelo para confeccionarlo, como pectoral llevaba uno fabricado de plumas de aves de colores, y en la cabeza la borla imperial atada a la mascapaycha, fabricada de oro, que colocaba en la frente. La capa o manto no tiene hasta ahora un modelo fijo, porque en documentos no se ha enconrado ninguna referencia.

Durante los pasajes de la ceremonia el Inca va brindando con chicha, servida en dos aquillas o vasos de oro, uno para el Sol y otro vaso para el Inca, y otras veces un vaso para el Inca y el otro para la pacha mama o madre tierra, haciendo mención a los Apus o dioses de la tierra, como el Ausangati, Wanakauri, Pachatusan, Salkantay y Saqsaywaman.

La ceremonia del Sanku, o harina de maíz tostado, que se llevaba para hacer comulgar a todos los sacerdotes y el inca que había guardado ayuno. El maíz considerado una gramínea de vital importancia para el sustento de los pobladores incas y preincas, fue deificado y considerado como elemento sagrado, se tenía una mazorca de maíz labrada en piedra, como escultura representativa dentro de la ideología andina; por lo tanto en todas las ceremonias de ofrenda a la tierra siempre tenía que estar presente.

Luego de todos los actos el inca ordenaba el retiro de todos de encima del Usno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece importante el conocer nuestra cultura y el poder difundirl pero de manera correcta, y no de manera comercial, sino tomando las verdaderas raíces de lo que se hacían en ese entonces.
Muy bien Felipe, muy interesante el trabajo que haces el de difundir lo correcto de la histiria de Cusco...besos