sábado, 3 de enero de 2009

Lima: La Ciudad de los Reyes


El 18 de enero de 1535 el “conquistador” Francisco Pizarro fundo nuestra ciudad capital en el valle del rio Rímac, sobre lo que eran las tierras del cacique de Taulichusco, desde ese momento Lima o como se le llamaba en la colonia “la ciudad de los Reyes” fue el centro del desarrollo político del Perú. En 1542 se crea el virreinato peruano y Lima se convierte en su capital, en su plaza mayor se levanto la iglesia Catedral como símbolo del poder eclesiástico.

A lo largo de la colonia Lima fue azotada por una serie de terremotos que acabaron con casi todas sus construcciones del siglo XVI, el estilo que predomina en el centro histórico es el barroco, destacan sus iglesias como las de San Francisco y Santo Domingo. En el centro de la plaza de armas destaca una pileta bronce que data del siglo XVII, otra construcción 100% colonial en los alrededores de la plaza es la casa del oidor (cruce de las calles Conde de Superunda y Carabaya).

Lima fue sede del palacio del virrey y la Real Audiencia, tenia una corte muy importante, los títulos de Castilla eran sumamente apreciados por los limeños. La ciudad de los Reyes era vista como una “mini Madrid”, aunque sus balcones la asemejaban mas a Sevilla. En el aspecto cultural Lima tuvo a la universidad de San Marcos, la primera de América (fundada el 12 de mayo de 1551 por Carlos I) además de los mejores colegios jesuitas.

Para la época de la independencia Lima estuvo en una terrible encrucijada pues prácticamente su elite se la jugo por el bando realista, la ciudad paso del bando realista al patriota y viceversa, su aristocracia no tenia claro que era lo que quería. Luego de la guerra de independencia y el retiro de Bolívar las autoridades nacionales residieron en Lima, aunque su poder real más dependía de las relaciones que se establecían con los poderosos jefes provincianos. La ciudad siguió bajo su patrón colonial desde el punto de vista urbanístico, solo con la destrucción de las murallas de la ciudad se inició un proceso de expansión, el presidente Balta construye el Palacio de la Exposición (hoy MALI) y el puente que hoy lleva su apellido sobre el rio Rímac.

La ciudad de Lima tuvo otra época difícil durante la guerra del Pacifico, luego de las derrotas de las fuerzas regulares, los chilenos se lanzaron sobre nuestra capital, la cual fue defendida por ciudadanos soldados como los llama Jorge Basadre. El 17 de enero de 1881, luego de las derrotas en San Juan y Miraflores la ciudad cayó en manos invasoras, el alcalde en esos aciagos días fue Rufino Torrico, cabe destacar que la ciudad fue respetada por los chilenos debido a la mediación de Abel Du Petit Thouars. En el periodo de las post-guerra llega a Lima la luz eléctrica, el teléfono y el cine, la ciudad empieza a modernizarse y al empezar el siglo XX trataba de asemejarse a las urbes europeas.

Un segundo proceso de modernización en Lima se dio durante el Oncenio, para conmemorar los centenarios de la Independencia y la batalla de Ayacucho. En Lima se levantaron plazas (San Martin), abrieron grandes avenidas (Progreso-hoy Venezuela, Unión-actual Argentina, Leguía-hoy Arequipa). Para los inicios de la década del 50 (siglo XX) la ciudad empezó a recibir grandes migraciones procedentes del campo (debido a una crisis agrarias), se originaron una serie de invasiones que dieron origen a los actuales San Juan de Miraflores, Villa María, Comas e Independencia. Las barriadas se fueron multiplicando y la antigua ciudad se rodeo de un cinturón de pobreza, la ciudad se ruralizo, los inmigrantes andinos pasaron por un proceso de cholificacion, la ciudad cambio su rostro señorial por uno andino. En los 70 surgió el asentamiento humano más grande del Perú: Villa Salvador (CUAVES), este barrio se convirtió en distrito en el segundo gobierno de Belaunde y ha sido símbolo de progreso en el sur de la ciudad.

En los años 80 Lima fue azotada por el terrorismo y un gobierno municipal pésimo dirigido por Jorge del Castillo, la ciudad se convirtió en un basurero y los ambulantes gobernaban en sus calles, el centro de la ciudad era tierra de nadie, era casi imposible encontrarse con un turista en el damero de Pizarro; un cuadro tipico de esa Lima era la plaza San Martin llena de pirañitas y cómicos ambulantes.

En los últimos años Lima ha progresado mucho, pero aun le falta para ser una gran urbe, desde el gobierno municipal de Ricardo Belmont el centro histórico fue revalorado, la capital (el damero de Pizarro) fue denominada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Los dos últimos alcaldes de Lima (Andrade y Castañeda) se han dedicado a mejorar el ornato, pero el tráfico, la delincuencia y la contaminación siguen siendo grandes problemas para los limeños. Finalmente nuestra vieja Lima, próxima a cumplir 474 años, ve como sus antiguos conos se modernizan con sus centros comerciales y centros bancarios.

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