domingo, 8 de febrero de 2009

Cusco y sus ¿nieves perpetuas?

Por: Felipe Farfán Gutiérrez

Los cerros nevados tienen una gran significación en la cosmovisión andina; son objeto de veneración por tener carácter divino; se les ofrece ofrendas para conseguir protección, bienestar y en muchos casos para aplacar su ira.

Cada pueblo de los andes asentó su habitación bajo la tutela de una montaña. El valle del Cusco, situado entre dos alineamientos montañosos, tiene a Huanacauri, Pachatusan (el que sostiene el mundo), Picol y Ausangate como sus Apus protectores.

Huanacauri, sin ser un nevado, tiene carácter sagrado porque según la mitología inca fue el lugar donde Manco Ccápac hundió la vara de oro que le había dado su padre el Sol.

Pachatusan, según la traducción, el que sostiene la tierra o mundo, es considerado también guardián.

La montaña más conocida es Ausangate, ubicada en el distrito de Ocongate de la provincia de Quispicanchis; se le divisa desde Cusco y a éste desde sus cumbres. A su amparo vive una gran cantidad de flora y fauna y el último ayllu descendiente de los incas, la comunidad nativa de Q’ero.

En Ausangate también se venera la imagen de Cristo a la que se denomina Señor de Qoyllor Riti, que traducido es estrella de la nieve. La fiesta da lugar a la veneración cristiana y del mismo modo al Apu Ausangate.

Recuerda Luis Barreda Murillo, Doctor en arqueología al pasar por la montaña rumbo a Q’ero: “…nos pusimos hollín al rededor de los ojos (para protegerlos del brillo de la nieve) y masticamos mucha coca (para soportar el frío y evitar el mal de altura)”.

Quienes vivieron momentos tan agradables, de aventura bajo las cumbres, quienes viven allí en sus laderas cultivando la tierra y pastando sus animales han constatado las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global. Los agricultores ahora están condicionados a estar siempre alerta ante cualquier emergencia climática. Hay localidades que deben acostumbrarse a la escasez de agua, principalmente porque los nevados se están extinguiendo.

Según estudios del Instituto de Manejo de Agua y Medio Ambiente (IMA) del Gobierno Regional del Cusco, el calentamiento global está afectando la región. Por ello, algunos calendarios productivos, como el agrícola, el pecuario y el forestal, han tenido que cambiar sus fechas de inicio de campaña.

Nora Ugarte Bustinza, presidenta del Núcleo de Expertos de Calidad Ambiental y Cambio Climático, tiene una apreciación dramática. Según la bióloga, la situación es crítica; estima que se habría perdido un 60% de los nevados de la región. Todo, en menos de tres años (contados al 2008).

Importantes nevados como Ausangate, Verónica y Salkantay sufrieron en los últimos años la inclemencia del cambio climático y han logrado sobrevivir solo por la influencia de los vientos fuertes del Altiplano. Nevados como Sawasiray y Pitusiray, en la provincia de Calca, así como Chicón y Pumamarca, en Urubamba, han visto mermada su estructura en casi 50%. Por ello, se propone declarar a los nevados como una reserva de biósfera (áreas representativas
de los hábitat del planeta), a fin de impulsar, desde el Gobierno Central, programas y políticas de reforestación.

"De la cordillera depende el clima de la costa y de la selva, sin ella no habría ni Amazonía ni corriente de Humboldt ni Valle Sagrado. Los cálculos eran que al 2011 se perderían los nevados en un 70% y que en el 2025 los glaciares menores a 4 mil metros ya no existirían", dijo Ugarte.

De la misma manera piensa José Agurto Belloso, supervisor técnico de proyectos del Instituto de Manejo de Agua y Medio Ambiente (IMA) del Gobierno Regional del Cusco, quien sostiene que si no se enfrenta el calentamiento global, existirá poco hielo a más de 5 mil metros.

"Poco a poco estos nevados se van reduciendo debido a que su capacidad de retener hielo es mínima. Tenemos que enfriar la atmósfera y no hay nada mejor que iniciar campañas para reforestar la región". Ello dependerá del Gobierno Central y de la tarea que cada ciudadano quiera asumir.

En el frío junio, cuando el cielo es naturalmente azul y con sol radiante, ocurrieron en ciertos años, intempestivos acontecimientos climáticos. El 2004 el 24 de junio día del Inti Raymi, estuvo nublado y lluvioso; el dios sol apenas asomó su presencia, en el momento en que el Inca le invocaba para hacer el ofrecimiento de la chicha.

Tres días después, fue un día gris de nieve blanca ; muchos preguntaron si era frecuente el fenómeno climático ocurrido en el día; la respuesta era no; a la altura que se encuentra la ciudad, no es habitual tal cosa,aunque cada cierto periodo indefinido de años suele ocurrir. Recuerdo que dieciséis años atrás,siendo yo estudiante, una noche, casi madrugada, del mes de julio, mientras realizaba un trabajo de historia al salir del Studio contemplé desde el corredor de un segundo piso una ténue blancura en el patio de la casa;quería saber que era eso, tan extraño que veían mis ojos; bajé rápidamente al sitio amontonado de algunas piedras y rodeado de plantas en macetas y parado en medio del lugar sentí en la cabeza y en el rostro un gélido y viscoso líquido transparente y de brillo blanquecino al caer a mis pies; era increíble ver nieve, para mí que solo y hasta ese entonces la había visto en la televisión y el cine.

A la mañana toda la ciudad y sus alrededores estaban cubiertos con un manto blanco; la gente dejó volar su imaginación e hizo con ella muñecos,y extrañas y curiosas figuras.

El cambio climático está afectando de manera irreversible nuestra vida. ¿Qué estamos haciendo individualmente para salvarnos?.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seria bueno que en tu blog tengas link a esta pagina, habla de como evitar el descongelammiento, una idea buena y barata.

http://peru21.pe/noticia/219743/se-puede-evitar-retroceso-nevados-hielo-seco