Ayacucho
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La región de Ayacucho es atravesada por dos cordilleras que lo dividen en tres unidades geográficas: de altiplanicies hacia el sur, de abrupta serranía al centro y selvático-tropical al noreste. Tiene una topografía accidentada y clima variado.
La población es descendiente de la poderosa cultura Wari, que habitó gran parte de este territorio entre los siglos VI y XII y dejó a la posteridad la ciudadela Wari, centro urbano y ceremonial. También puede visitarse el Complejo Arqueológico de Vilcashuamán, un importante centro administrativo y religioso inca.
Conocida como “La ciudad de las iglesias”, se dice que en Ayacucho, la capital del la región existe prácticamente un templo en cada esquina. La Catedral, la Compañía de Jesús, San Francisco de Asís, Santo Domingo y Santa Clara son algunos de los más bellos templos coloniales de la ciudad.
Una buena oportunidad para visitar Ayacucho es durante la Semana Santa, la más emotiva y espectacular del país. Tierra de grandes artesanos, Ayacucho ofrece también a sus visitantes impresionantes piezas como los retablos, pequeños altares portátiles en los que se representan escenas de los Andes, las tablas de Sarhua, en las que se plasma el árbol genealógico de una familia, y las tallas en alabastro, material también conocido en la zona como “piedra de Huamanga”.
Si usted está en la costa, tome la vía “Los Libertadores Wari” a la altura de Pisco y 10 horas aproximadamente estará en Ayacucho, centro de la Cultura Wari.
La población es descendiente de la poderosa cultura Wari, que habitó gran parte de este territorio entre los siglos VI y XII y dejó a la posteridad la ciudadela Wari, centro urbano y ceremonial. También puede visitarse el Complejo Arqueológico de Vilcashuamán, un importante centro administrativo y religioso inca.
Conocida como “La ciudad de las iglesias”, se dice que en Ayacucho, la capital del la región existe prácticamente un templo en cada esquina. La Catedral, la Compañía de Jesús, San Francisco de Asís, Santo Domingo y Santa Clara son algunos de los más bellos templos coloniales de la ciudad.
Una buena oportunidad para visitar Ayacucho es durante la Semana Santa, la más emotiva y espectacular del país. Tierra de grandes artesanos, Ayacucho ofrece también a sus visitantes impresionantes piezas como los retablos, pequeños altares portátiles en los que se representan escenas de los Andes, las tablas de Sarhua, en las que se plasma el árbol genealógico de una familia, y las tallas en alabastro, material también conocido en la zona como “piedra de Huamanga”.
Si usted está en la costa, tome la vía “Los Libertadores Wari” a la altura de Pisco y 10 horas aproximadamente estará en Ayacucho, centro de la Cultura Wari.
1 comentario:
me parece bien tu nepe
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