Por: Frank Samaniego
Licenciado en Historia
¿Qué grupos prefirieron apoyar a la Unión revolucionaria y no al APRA? Para entenderlo, tendremos que remontarnos a la década anterior. El gobierno de Leguía, se caracterizó no sólo por apoyar a la clase media y asfixiar al sector oligárquico sino, que también logró canalizar el ascenso de algunos grupos sociales con el aumento de la burocracia y la migración de provincianos a Lima. Así surgirán organizaciones obreras, estudiantiles, clases medias y los nuevos partidos políticos como el APRA y el PC.
Estos nuevos sujetos sociales, crearon una nueva composición socio-racial expresada en empleocracia, comerciantes o vendedores ambulantes. Los grupos emergentes, no encontrarán respuestas a sus inquietudes progresistas en la imagen oligárquica. Es ahí donde entra a tallar Sánchez Cerro ante el vacío político que dejó Leguía tras el golpe y que, el Crack del 29, agravará por la polarización social.
Retornando a la pregunta inicial, nos encontramos con dos polos. Por un lado , los que buscan salir de la crisis mediante la lucha radical contra la oligarquía, se vincularán al APRA, mientras que, por otro lado, los que busquen salir de la crisis a través de un líder de mano fuerte y la oposición al APRA acusados de crear caos y tildados de “secta”, apoyarán a Sánchez Cerro.
Las bases populares que se organizaron en la UR, provenían de estratos populares, ligados a la obrerizaciòn, al comercio minoritario o vendedores de mercados. Este “primitivismo popular” tal como le dice Jorge Basadre, fue el “plus” que necesitó Sánchez Cerro para poder canalizar los sentimientos individualistas y arribistas de las masas populares. Así se habría construido las bases del populismo de derecha, a diferencia del aprismo que no pudo penetrar en estas nuevas masas por la complejidad de su discurso [1]
[1]CASTILLO, Manuel “El Populismo Conservador: Sanchez Cerro y la Uniòn Revolucionaria”. En Adrianzèn. Pensamiento Polìtico Peruano 1930-1968. Edit. Centro de Altos Estudios y Promoción del Desarrollo.Lima. 1990. pp 55-56.
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